Y llamarás su nombre Jesús. Parte 3 de 6
(Publicado el 17 de marzo de 2011 en el sitio de la IPNJ Central Pereira)
Y llamarás su nombre Jesús Mateo 1:21
El hijo de Dios: (Juan 1:34). Andar conforme al Espíritu, esa es la clave para ser hijos de Dios. ¿Y qué es eso de ser hijo de Dios? Todo, lo es todo. Ser hijos implica ser herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo: ¡Somos familia del Señor! ¡Los más cercanos a Él! Pero que no se nos olvide el condicional: Si vivís conforme a la carne moriréis, si vivís conforme al Espíritu viviréis, y seréis hijos de Dios. (Recomiendo leer el capítulo 8 de Romanos).
El Verbo de vida: (1 Juan 1:1). Juan fue quien habló del Verbo: «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.» Juan 1:1. Fueron suficientes unas frases para crearlo todo. Dijo Dios: «Sea la luz…», «Haya expansión en medio de las aguas…», «Júntense las aguas y produzca la tierra hierba verde…», «Haya lumbreras en los cielos…», «Produzcan las aguas seres vivientes…», «Produzca la tierra seres vivientes y hagamos al hombre a nuestra imagen». El poder del Verbo, el que fue hecho carne; el mismísimo Dios.
El camino: (Juan 14:6). Hace poco escuchaba a nuestro pastor predicando y realizó un comentario parecido al siguiente: «El camino del bien y el camino del mal son caminos paralelos. La línea divisora de ambos caminos puede ser traspasada fácilmente e incluso sin darnos cuenta». Yo creo que, suponiendo que el camino correcto es hacia el norte, hay muchos que van hacia el sur, pero como decía el pastor, también lo comparto, algunos van hacia el norte pero no llegarán al norte. Aunque el camino que llevan sea aparentemente correcto, sólo Dios y cada andante sabe en qué camino está. Dios nos ayude cada día a seguir el único camino que conduce a la vida eterna y no desviarnos a la derecha ni a la izquierda. Proverbios 4:27.
La verdad: (Juan 14:6). Aquí nuevamente aparece el singular. Jesús no es una verdad, Él es la única verdad. La manera de descubrir si algo está extraviado de la verdad es confrontarlo con la Palabra de Dios. Actualmente, muchos quieren hacerle creer a la gente que sus mentiras son verdades. Ya lo decía el Maestro: «Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;» Mateo 24:11. ¿Cómo saber si estoy en la verdad? «El que persevere hasta el fin, éste será salvo.» Mateo 24:13, perseverar en el camino no distorsionado, puro y verdadero, constantemente auto-preguntándonos sobre nuestras acciones, dichos y hechos y como lo decía hace un momento, confrontarlo con la Palabra.
El autor y consumador de la fe: (Hebreos 12:2). La «fe al límite» es cuando nos enfrentamos a la muerte. Abraham con su hijo, David ante Goliat, Daniel y los leones, Sadrac, Mesac y Abed-nego en el horno y tantos más. Pero Jesús es el autor y consumador de ella, puesto que en la cruz sabía cuál sería el resultado, confiaba en lo que venía y por ello sufrió la cruz. Físicamente la sufrió. Costó mucho. Cada azote lo sentía y le dolía, pero la fe al límite, esa que debemos imitar, es la que no lo dejo rendirse y la que dio el perdón al mundo entero.
Rey de reyes y Señor de señores: (Apocalipsis 19:16). Recientemente, he estado leyendo los libros de Samuel y Reyes. ¡Qué cantidad de reyes que hicieron lo malo ante los ojos de Dios! En lugar de ser agradecidos con Él por ponerlos a señorear y gobernar sobre Su pueblo, hicieron todo lo contrario, lo insultaron, ofendieron y cambiaron por ídolos inútiles e inservibles. Por eso no hay ninguno que pueda reinar sobre nuestras vidas y hacerlo perfecto, sino Él y solamente Él. El verdadero Rey, el verdadero Señor, el verdadero Dios. Déjalo reinar en tu vida.