Te veo y lo veo
(Publicado el 14 de febrero de 2011 en el sitio de la IPNJ Central Pereira)
¿Será posible? ¿Sucederá algún día? ¿Llegaremos allá?
No, no me refiero a cuántos títulos de institutos, escuelas u organizaciones hayas obtenido. A Él nunca le dieron un cartón, medalla o trofeo.
Tampoco hablo de largos sermones intelectualmente bien preparados, emotivos y/o con un lenguaje extremadamente profundo y algunas veces rebuscado. Él, predicaba con hechos y no solamente con dichos.
Amar a nuestros familiares, amigos y hermanos es importantísimo y debemos procurarlo siempre, pero Él nos dice y además lo hizo: Amar también a nuestros enemigos para ser hijos de Dios. Mateo 5:44, 45. Yendo hacia la santidad, los cristianos: seguidores de Cristo, tenemos que parecernos más a Él.
¿Te has preguntado cómo sería Dios manifestado en carne si viviera en nuestros tiempos? Yo sí. Me inquieta. Me hace pensar y meditar. ¿Utilizaría las palabras que nosotros utilizamos? ¿Vestiría de traje, camisa larga, saco y corbata? ¿Estaría conforme en una de nuestras congregaciones o reuniones? ¿Cómo sería uno de sus sermones? ¿Cuál sería su grupo de amigos?…
Yo quiero caminar como Él caminó. Quiero ser sal de la tierra y luz del mundo. Hacer y enseñar sus mandamientos. Estar en paz con mis hermanos. Que mi sí sea sí y mi no, no. Amar a mis enemigos. Dar limosna, orar y ayunar en lo secreto. Hacer tesoros en el cielo. Que mi ojo sea bueno. Servir a Dios y no a las riquezas. No afanarme por el día de mañana. No juzgar, no criticar, no murmurar. Pedir y recibir; buscar y hallar. Hacer a los demás lo que quiero que hagan conmigo. Entrar por la puerta estrecha. Dar buenos frutos. Más que conocer a Dios, ser conocido de Dios. Edificar mi casa sobre la roca. (Ver Mateo 5, 6 y 7).
¿No te encantaría parecerte más a Él? Yo lo anhelo y aunque es posible que haya mucho camino por recorrer, estoy decidido a perseverar y día a día, paso a paso, esforzarme por alcanzarlo. ¿Será posible? ¿Sucederá algún día? ¿Llegaremos allá? Quizás sí, quizás no, pero lo buscaré cada día de mi vida. Si tropiezo, lucharé por no caerme. Si me caigo, me levantaré. Podré perder una batalla, pero ganaré la guerra.
Quiero que algún día alguien pueda decir: «Yo te veo y lo veo a Él, tú te pareces a Jesús», pero lo que más anhelo es que el Señor utilice estas palabras: «Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; ENTRA EN EL GOZO DE TU SEÑOR». Mateo 25:21b (Énfasis mío).